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30 noviembre, 2016

Eugenio Leon Hirohito



Nació y fue bautizado como Eugenio León Hernández en 1924, pero la historia de la música popular lo tendrá para siempre en el recuerdo como Hirohito, su pseudónimo artístico; y también como el Viejo Lolero, apodo cariñoso que se le regaló por el título de su más famosa canción.
Crecido profesionalmente en un ambiente abundante en cuecas, cha-cha-chás y orquestas bailables tropicales de la vieja bohemia de barrios como Mapocho, Vivaceta, La Chimba y Quinta Normal, Hirohito consiguió fundar con sus cumbias cómicas un estilo de letras ladinas. Como sucediera también con sus contemporáneos musicales como Los Caporaleso  Los Perlas, y poco más tarde Los Huasos Cochinos y Los Hijos de Putre, su estilo pícaro e irreverente acabaría siendo escuela para muchos otros músicos de canciones graciosas y también de comediantes, en esos años en que el doble sentido era tal: doble sentido, y no el lenguaje explícito y directo de risa burda que es ahora, cuando parece haberse perdido ya ese genio pícaro en nuestra sociedad.
Este verano se cumplirán 5 años desde su fallecimiento, en febrero de 2010, así que vaya para él este pequeño homenaje y recuerdo que tenía pendiente publicar desde el propio día de su triste partida, y al que adjunto una lista de audios con sus más conocidas canciones al final de este mismo artículo.
Hirohito en sus últimos años. Imagen del diario "La Cuarta".
EN LOS INICIOS
Este poeta bribón probó suerte en la música tras haber sido vendedor de zapatos, para lo que se alió a amigos instrumentistas iniciando así un proyecto que haría historia.
Hacia fines de los cuarenta, el grupo musical que más tarde sería conocido como Hirohito y su Conjunto formaba parte del circuito de músicos urbanos de Barrio Mapocho, específicamente en célebres fiestas callejeras y particulares que tenían lugar por La Chimba riberana y que hasta hace no mucho tiempo todavía eran recordadas por algunos de los antiguos comerciantes y vecinos.
Como él lo comentara en algunas ocasiones, sus primeras incursiones de divertidas cumbias bailables en vivo las realizó más específicamente por allí por vieja Plaza Borgoño (hoy Plaza Neruda), por el lado del ex Instituto de Higiene correspondiente al actual edificio de la Policía de Investigaciones. Si bien comenzó aporreando la batería de la banda acompañado de otros tres músicos y de bailarinas, no tardó en hacerse dueño absoluto del micrófono. Esta plaza y el sector completo están muy cambiados con respecto a esos años en que fuera usada como escenario de orquestas en vivo, al igual queel terreno del “Luna Park”, otro vecino ex territorio bohemio del pueblo y que se hallaba cruzando la avenida Independencia.
Aunque León aún no tomaba tan en serio su carrera en esos años, los vecinos ya le apreciaban y le invitaban a las fiestas que tenían lugar por entonces en esos clásicos barrios. Vio con ello eventuales proyecciones al grupo y comenzaron a presentarse en un boliche de calle Estado, donde un amigo le permitió tocar muchos años en su restaurante. Flaco, narigón y de grandes gafas, no le costó demasiado producirse una imagen que lo hiciera reconocible y le acompañara toda su existencia.
Después de las experiencias más callejeras y ya haciéndose un nombre, Hirohito profesionalizó su trabajo y adoptó para sí tan imperial apodo nipón, abriéndose paso en el medio. También realizó presentaciones por Vivaceta, en el entonces famoso “Bossanova” de la mítica Tía Carlina, el prostíbulo convertido en centro de eventos allí donde, según diría él mismo en una entrevista, había sólo “minas con manilla”.
Casa donde funcionó el burdel de la Tía Carlina devenido después en el famoso club y boîte "Bossanova", en Vivaceta, poco antes de su demolición. Este lugar estaba asociado a los inicios de muchas bandas de la clásica bohemia santiaguina, como Hirohito y su Conjunto (fuente imagen: Revista El Guachaca).
Hirohito y su Conjunto, en su época de furor del "El viejo lolero".
"EL VIEJO LOLERO"
Más tarde y por recomendación de un amigo abogado, Hirohito fue reclutado en el sello Sol de América para grabar las primeras pistas de sus muchas canciones hacia inicios de los años setenta, entre las que estuvieron algunas propias y otras prestadas como “Pajarillo, pajarillo”.
Asumiendo ya el alias que lo acompañaría por toda la vida, el avezado e ingenioso músico y su conjunto o “combo”, lanzó el pegajoso “Viejo lolero”, su más famosa canción también llamada impropiamente “Ula ula” y que decía en su letra inicial:
El que no baila es cola,
el que no baila es cola,
El que no baila es cola,
el que no baila es cola
Ula ula, ula ula,
aprende a bailar el ritmo de la pirula
Ula ula, ula ula,
aprende a bailar el ritmo de la tu-tula
Viejito, viejito bueno,
viejito, viejo lolero.
Viejito, viejito bueno,
viejito, viejo can-chero.
La sencilla letra de “El viejo lolero” presenta también una estructura con juego de palabras en sentido “cochinón”, como le gustaba definirla a su autor, que ha sido usada después para las rutinas de músicos y humoristas muy posteriores (como el dúo Melón y Melame, por ejemplo):
Michupín y Michupai
tocaban en una orquesta,
Michupín tocaba el piano,
Michupai la corneta.
Él dijo una vez, entrevistado en el diario “La Cuarta” del miércoles 6 de septiembre de 2006, que idea de escribir y componer el "El viejo lolero" le había surgido casi espontáneamente en una fiesta aburrida que intentaba animar, cuando gritó “¡el que no baila es cola!” para encender los ánimos del público y así todos se pararon y salieron al baile acusando recibo, especialmente los varones, rito que solía repetirse cada vez que alguien colocaba la misma canción en una celebración o encuentro.
El tema, que catapultó su popularidad, apareció en un disco single acompañado de una versión propia del “Ritmo de chunga” de Pérez Prado, y ha llegado a ser tan popular que todavía se canta y festeja en la cultura nacional. Incluso le valió al propio Hirohito el cariñoso apodo del Viejo Lolero, como hemos dicho. Posteriormente, la canción fue editada en formato LP con el tema de esta misma pieza como título, donde iban otros temas como "Barrilito", "Sácate el cocodrilo" y "Volaré".
Portada del LP "El Viejo lolero".
LA ÉPOCA DE GLORIA



La orientación fiestera y para bailables del trabajo de Hirohito se reflejaba, además, en la gran cantidad de temas sin letra y exclusivamente instrumentales que grabó, intercalados entre las canciones con esas letras humorísticas que también tenían un fuerte acento jaranero y alegre en su ritmo.
En esta misma línea, otra célebre canción suya también grabada en esos días por Hirohito y su Conjunto, reconocible por lo ingenioso de la letra cantada con su aguardentosa y áspera voz, es sin duda “Me ando, me ando”, que cuenta -en el mismo juego de sílabas que permite las segundas lecturas o sentidos- la tragedia de un pobre tipo que sigue eterna y fatigosamente a su enamorada por todos lados, en secreto.
Usando este engaño estructural de palabras y frases de manera parecida al tema "Simeona" del dúo Los Caporales, decían Hirohito en sus primeras líneas:
Yo por ti me ando me-ando varias cuadras.
Yo por ti me ando me-ando todo el día.
Yo por ti me ando me-ando hasta encontrarte.
Por tu amor me ando me-ando noche y día.
Me-ando por verte de tu casa a la mía.
Me-ando el camino que lleva a tu trabajo.
Me-ando pues no tengo plata pa’ la micro.
Me-ando meando, todo el día me andaría.
Y a continuación, en el puente del coro:
Por eso que me-ando tanto,
por ti tanto me andaría.
Y me-ando todito el día,
por tu amor yo me-ando tanto.
Hirohito siempre conservó el mismo carácter alegre y juvenil que reflejaban sus cantos en "El viejo lolero", "Me ando, me ando" y todo su repertorio. Tapó con él también sus penas, como la muerte de una hija, algo que nunca superó del todo y que hirió su alma para siempre, según reveló alguna vez en otra entrevista. Además, mantuvo su devoción por el vino, aunque más moderado que varios otros casos de hombres que pasaron por el mismo ambiente. Fue una compañía que tuvo toda la vida, al parecer, pues una vez confesó: "La única forma que tenía para bailar cueca era curado"; y también "me casé curado, si no me di ni cuenta” (Diario “La Cuarta” del miércoles 24 de febrero de 2010). Según él, se había excedido de copas de tinto en su matrimonio accidentalmente, de puros nervios.
Pero pasaron los años, y la popularidad comenzó a quedar atrás; muy atrás, desvaneciéndose con esa misma edad de bohemia y de orquestas de salones a la que había pertenecido su carrera… Devuelto al anonimato, su época parecía irremediablemente perdida ya, hasta que un increíble suceso lo devolvió a los escenarios.
Don Eugenio nunca soltó el pandero... Imagen del diario "La Tercera".
EL REGRESO Y EL ADIÓS
Fue en 2000 que sucedió algo inesperado, a sus 76 años: comenzó a ser buscado e invitado a un programa de televisión, "Casi en serio" conducido por Leo Caprile, quien llamó ante las cámaras a que se presentara el autor del tema "El viejo lolero", que nunca había perdido vigencia y que a veces era usada como cortina en el mismo show.
Don Eugenio llegó hasta allá y fue saludado de inmediato por la audiencia televisiva, lo que literalmente permitió redescubrirlo en los medios pues el público más joven desconocía quién era la voz seca y raspada de esas populares canciones como “El viejo lolero”, “La vieja Julia” (con una famosa versión de Los Hijos de Putre), “Los zapatos nuevos” y otras por el estilo.
Recibió así una gran atención y muchos músicos nuevos lo reconocieron públicamente como su inspirador a partir de ese momento, como sucedió con la banda hardcore chilenaLos Mox!. Comenzó a ser entrevistado por otros medios y se convirtió en una especie de icono de la cultura “kitsch”, realizando una famosa presentación en una fiesta de la Disco Blondie en 2006, donde fue ovacionado. Se volvió también figura del legendarioguachaca, y fue homenajeado e invitado a cantar en vivo por la banda funk nacionalChancho en Piedra. Inconciente quizás de su propia popularidad según lo que han dicho algunos amigos posteriormente, Hirohito siguió presentándose en eventos y algunos programas de televisión, recibiendo siempre el cariño del público.
Además, en el mismo año 2006 recibió un reconocimiento de la Sociedad Chilena del Derecho de Autor, otorgado por ser uno de los socios más antiguos de la organización, con más de 50 años contados. En la ocasión, la Sociedad le dio su galardón en una emotiva ceremonia donde también fueron reconocidos Lalo Parra, Valentín Trujillo, Silvia Infantas y el dúo folclórico Los Hermanos Campos. Y, poco antes de su partida, se había presentado especialmente como invitado en una fiesta del Teatro Caupolicán, siendo aplaudido y ovacionado por nuevas generaciones, que también le reconocían por su “El viejo lolero”, cual patrimonio viviente de la música popular y homorística chilena. Allí se despidió para siempre de su público.

Retirado gradualmente otra vez de las pistas tras este hermoso segundo aire, don Eugenio dedicó sus últimos años a cantar -pandero en mano- con algunos amigos y vecinos en un club de abuelos de su barrio cerca de San Pablo, en la pintoresca Población El Polígono de Quinta Normal, relativamente cerca de donde había tenido su casa-museo también Abraham Lillo, el Toni Caluga, lamentablemente siniestrada. La gente lo identificaba en las calles y festejaba con él ese nuevo tiempo de fama que le había reservado con gratitud la existencia.
Hirohito, el feliz animador de las noches que comenzara a construir su historia artística en los días de circo de la capital, falleció de neumonía en su propio hogar en la mañana del 23 de febrero de 2010, cerca de los 86 años. Murió al lado de su amada compañera y esposa de toda una vida, doña Felicia Parra.
Sus restos reposan hoy en el Cementerio General… Sus restos, recalcamos, porque si existe el Cielo, de seguro el alma de este querido y pertinaz viejo “cochinón”, nuestroViejo Lolero, debe tener horrorizados a los santos y alborotados hasta el rubor a los ángeles, con su irreverente e hilarante cancionero de cumbias marrulleras.


HIROITO EN EL PROGRAMA CASI EN SERIO 1999

HIROITO EN MEGA QUIQUE MORANDE


SU DISCO

Listado de Temas:
01-Capullito de Alelí
02-El viejito lolero
03-Viva América
04-Delicado
05-La vieja Julia
06-Miando miando
07-Tico tico
08-El pelao y el chascón
09-El cumbanchero
10-Lamento borincano
11-Mañanita de carnaval
12-Te lo juro yo
13-La historia de Domitila
14-En las playas de Miami
15-Cloteamos todos
16-El pato calvo











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