Segundo Zamora Alfaro

 Segundo Zamora, para sus amigos, "El guatón Zamora", chileno de pura cepa, nació en la pampa en la época de oro y vio la luz de ésta su amada tierra chilena el 22 de marzo de 1915.


Su familia era de origen muy humilde. Su padre, un esforzado calichero; su madre, una autentica mujer de nuestra tierra. El pequeño Segundo vivió su infancia curtida juntó al acopio del caliche allá en Victoria, en el norte grande.

Ya joven, con su familia se afincó en San Felipe donde incursionó en el camino del arte usando un acordeón a botones que era de su padre.

En 1938 formó parte de la famosa orquesta de la época, que hacía furor en todos los carnavales, llamada "La estudiantina".

Después, con la misma orquesta, llegó a la capital. Acá en Santiago formó luego otra orquesta, esta vez con Armando Bonasco, astro de la época, y así comenzó su ascendente carrera artística, plagada de éxitos. Esta orquesta se llamó "Orquesta característica de Segundo Zamora" y con ella se integró a los sellos grabadores Odeon y R.C.A. Víctor.

Corría 1942 cuando se casó con un señorita de la época, al mismo tiempo surgía el famoso "Trío Añoranzas", con Segundo Zamora entre sus integrantes. Por el trío pasaron muchos intérpretes durante toda su trayectoria artística, pero los que más fama le dieron fueron Washington González y Jorge Novoa junto a Zamora.

Con el éxito vinieron las giras a Perú, Bolivia Ecuador, Venezuela y otros países. Corría 1947 y en toda América se escuchaban los temas "Perdida", "La pobre loca" y otros. Estos tenían récord de ventas y a ellos les siguieron otra infinidad de temas que fueron grito y plata en el mercado internacional.

En Santiago, en tanto, hacia 1950, actuaron en los mejores locales de ese tiempo, como "El Rosedal", que trasmitía su show por radio Quinta Santa Lucía; "La higuera", "El pollo dorado", "La Antoña", y otros.

Más tarde, en 1955, formó la primera orquesta de huasos de Chile, la que recorrió el país de norte a sur. La agrupación trabajó como número estrella en el circo Las Águilas Humanas.


Hacia 1957 retornó nuevamente el "Trío Añoranzas", cuando inauguraron la hostería de Arica. De ahí pasaron al Perú, desde donde llegaron llenos de oro y éxitos para hacer diversos programas en radio.

Segundo Zamora no descansaba. Posteriormente fue dueño de una quinta de recreo, donde mostró otra faceta de su múltiple personalidad incursionando en el arte culinario. A su local lo denominó "Hostería Guatón Zamora".

Pero él no se dejaba estar. Siguió en el ambiente artístico para grabar, con su familia, una serie de long play con temas folclóricos. Además, grabó un disco bailable de larga duración que tituló "De farra con el Guatón Zamora", que salió a la venta el mismo mes que él falleció.

Fue presidente fundador del Sindicato de Folcloristas y Guitarristas de Chile y fue miembro destacado en el Sindicato Orquestal.

En 1968 fue contratado con su conjunto de huasos para amenizar las fiestas patrias en Valparaíso, donde tuvieron un éxito incalculable. Después de sus actuaciones fue, con algunos amigos, a Sausalito donde estaban la mayor parte de los huasos de la quinta región.
Al entrar al recinto, el público lo ovaciona de pie, mientras el animador anunciaba por los micrófonos: "En estos momentos viene haciendo su entrada el querido guatón Zamora".
Le piden subir al escenario y él lo hace con su conjunto, tocando y cantando sus mejores cuecas. Como ironía del destino, la última canción que interpretan es "Adiós, Santiago Querido".

En los instantes en que bajaban del escenario, a Zamora le da un infarto que lo arrancó de su tan querida tierra, muriendo en su ley, junto a su música.
Segundo Zamora dejó recuerdos imperecederos para todos quienes conocieron a este hombre múltiple que también tocaba la guitarra, el violín, la batería, el piano, el contrabajo, el banyo; el hombre bonachón, el amigo de los amigos; padre y esposo ejemplar, con su cara de luna llena y con su bandera en el alma dando prestigio a su querida patria chilena. Eso fue el "Guatón Zamora", que falleció ese 26 de septiembre de 1968, dejando una viuda y a sus cuatro hijos: Pedro, Cecilia, Florencia y María Ester Zamora.




Entre las formas musicales cultivadas por Zamora están: vals, corrido, cueca, fox, polka/tonada, tango, pasodoble, ranchera, esquinazo, guarambo, mambo, bolero, lazó, guarazón guaracha, baión y cumbia. De toda su producción musical dejó 167 temas inscritos en la Sociedad Chilena del Derecho de Autor.

Entre sus temas más destacados figuran: Santiago de fiesta; Adiós Santiago querido; Huaso de cepa; Calle Bandera; Soy del Puerto; El Marinero.




Texto proporcionado por la Sociedad Chilena del Derecho de Autor (SCD).